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Mientras Keint esperaba fuera en el pasillo a que Mihara saliera de la habitación, Karien y Ren mantenían una seria conversación en el salón. Karien estaba sentada sobre el sofa leyendo una novela, llevaba unas alargadas y cuadradas gafas de marco verde pistacho que resaltaba aun más con su dorado color de pelo, le daban un aire a secretaria de oficina. Sus uñas eran largas y las tenia pintadas de color naranja acaramelado. Ren acabava de salir de su habitación y observa tranquilamente como Karien muestra los sentimientos de la novela que estava leyendo, sus ojos verdes brillaban y parecía alegre con tan solo unas pequeñas y finas letras que decoraban un fondo blanco completamente. Ren hace una pequeña risa tapandose la boca con los dedos y se acerca a ella desde atrás del sofá, posando sus brazos sobre el borde del sofa, agacha su cabeza y le susurra al oído: << ¿Te diviertes?>>. Sorpresivamente Karien sobresalta del sofa y se gira bruscamente con cara de asustada.
-P-p-pero a ti que te pasa!!!, a-a-a que v-viene eso!-Dice gritona *//////*.
-Es que estabas muy feliz y queria saber porque- Dice Ren con una sonrisa.
-Oh! es que este es mi libro favorito y tenia muchas ganas de leerlo, me inspira mucho- Explica Karien con una pequeña sonrisa.
-¿Inspirar para que?- Pregunta Ren mientras da la vuelta al sofa y se sienta al lado de Karien.
-Es que... es una secreto, pero solo por que eres tu te lo contare, pero por favor no se lo cuentes a nadie, que sea nuestro secreto, ¿ok?- Pregunta Karien tímida y tapandose media cara con el libro que sostenía mira a Ren tiernamente.
A Ren se le iluminó la vista, queria ayudarla, queria ser su mejor amigo, tenia una sensación que solo existen en los cuentos de fantasia.
-Claro, sera nuestro pequeño secreto- Afirma Ren colocando un dedo sobre los labios de Karien y mirandola fijamente.
Karien colorada, mira fijamente a Ren- p-pues es que quiero escribir un libro- dice tímidamente.
-En serio!? que interesante, me encantaría ayudarte! seré tu fan numero uno- agracia Ren con una dulce sonrisa- pero de que tratará tu libro?-.
-Sobre las maravillas del mundo!-Dice motivada- Quiero escribir sobre como se formo el mundo, como aparecieron los humanos, los rizocus, los robobinis, los dragnight, y muuchos más, también quiero escribir una aventura de por medio, sobre como el chico y la chica se enamora, que es lo que sienten, si su amor sera correspondido o no, como sus amigos los ayudan en su relación, es que hay tantas cosas que quiero escribir!!- Explica emocionada Karien, sus ojos mostraban la más pura y dulce alegría que existe, le faltaban palabras para describir la emoción que sentía. Ren la observaba y escuchaba atento a sus alegres palabras, no tenia ninguna prisa, queria escucharla hasta el final, pero su cuerpo empezó a moverse solo y cogió a Karien y le dio un gran abrazo. Estava congelado, no la queria soltar, queria abrazarla durante un rato. Karien estava atónita, pero da una dulce sonrisa y le devuelve el abrazo lentamente y esconde su nariz en el cuello de Ren. En cuanto se separan uno del otro, se miran fijamente a los ojos, y sus rostros empezaron a acercarse y a acercarse, tanto que ambos podían sentir la respiración del otro, sus labios estaban tan cerca que congelaba de los nervios y entonces...
-¡¡¡Mihara!!! por que tardas tanto? te estas vistiendo o te estas preparando para la guerra!- Pregunta Keint retoricamente mientras abre la puerta de la habitación y ocasionalmente ve a Mihara en el suelo desmayada. Keint rapidamente se dirige hacia Mihara, entonces pone su mano sobre su frente, efectivamente, la fiebre le había subido. Keint coge a Mihara y la tumba cuidadosamente en la cama, de repente, observa como en el tobillo de Mihara se volvió de un color verdusco transparente y frío como el hielo. Keint nervioso llama a Ren desde la puerta de la habitación y espera a que el llegue.
-Que ocurre Keint?- pregunta Ren ansioso.
-A Mihara le ocurre algo extraño- explica mirandola.
-Muy bien, Krien revisale el cuerpo y en cuanto acabes informanos sobre su estado.-Ordena Ren decidido.
-De acuerdo- Karien se dirige hacia Mihara y le quita la ropa mientras los otros dos esperan afuera.
A los cinco minutos, Karien sale de la habitación.
-Tiene infectados el tobillo izquierdo, la muñeca derecha y ambos hombros y parece que le duele, tiene una cara de sufrimiento increíble, cada vez que le tocava la muñeca o el tobillo hacia un pequeño gemido de dolor.-Informa Karien preocupada.
-Como me lo esperaba- interrumpe Ren- parece ser que Mihara esta infectada de un virus mágico, pero para infectar a alguien, el ser que lo conjura tiene que tener un gran poder mágico, ni siquiera nuestro rey actual es capaz, además es imposible que Mihara se infectara, no nos hemos enfrentado a ningún mago que domine el veneno y las trampas venenosas, ¿como puede ser?- Piensa Ren.
-Mierda!, ya se quien la a a infectado, sere idiota! ahora vengo tengo que zanjar esto, os prometo que traere la cura.- Avisa Keint desde lo lejos mientras corre hacia el bosque sagrado. Allí Keint empieza a mirar a su alrededor furioso.
-¡¡¡SALID!!! O me las pagareis todas juntas!!- grita Keint furioso.
-Como os atreveis!! por que haveis infectado a Mihara!!- grita furioso Keint pidiendo una explicación.
De repente una pequeña hada de vestido verde y rubia, sale de un rincón y se dirige a él lentamente.
-Pero señorito Keint, usted siempre juega únicamente con nosotras y deja que le observemos entrenar, no es justo que una humana cualquiera se gane tanta confianza del señorito Keint en unos pocos dias, por eso la infectamos al respirar la atmosfera del bosque.- Explica la pequeña.
-Me da igual lo que penseis!! quien os creéis para ir por ahi envenenando a la gente, estais locas o no tenéis sentido común-.
-Perdone de verdad, pero solo seguimos ordenes de su majestad, Delyana.- se excusa la pequeña hada.
Keint la mira arrepentido y le acaricia suavemente la cabezita con el dedo.
-Perdona, no queria darte miedo, donde esta Delyana, quiero hablar con ella, y siento haverlo pagado contigo y con las demás.- se disculpa dulcemente.
-Cuanto tiempo sin verte, Delyana, sigues tan hermosa y vengativa como siempre.- expresa Keint.
- Y tu tan atractivo y antipatico como siempre- contesta Delyana.
- Por que infectaste a Mihara?-pregunta Keint.
-Por que os veiais muy acaramelados, y senti celos, así que les ordené a mis subordinadas que la envenenaran.- Explica la belleza mientras se acerca paso a paso a Keint.
-Por celos utilizas un truco tan rastrero? me das pena, no sabía que la reina de las fairywhites tuviera tan poca dignidad-Persuade Keint.
-Entonces te daré el antídoto a cambio de algo- dice la mujer mientras se acerca a Keint y le rodea el cuello con los brazos- a cambio quiero un beso tuyo.- propone.
-¡¡NO!!- grita una voz de fondo- no puedes hacer eso!!-.
Keint, la reina y las demás hadas se giran y observan como Mihara, Ren y Karien están de pie en la puerta. Parecía que a Mihara le costava respirar, no podia moverse casi y estava agarrada al cuello de Ren. Mihara se separa de Ren e intenta caminar poco a poco para llegar hasta Keint, Entonces él se dirige rápidamente hacia ella y la coge antes de que caiga exhausta al césped. Keint la observa sentado en el suelo, con ella apoyando su cabeza sobre las manos de él.
-Siento haverte preocupado- dice Mihara con una dulce sonrisa.
-Tonta- responde Keint devolviendo la sonrisa, entonces Keint mira a Delyana.
-No te voy a besar, pero dame el antídoto por favor, es muy urgente, te prometo que algún día te devolveré el favor- Suplica Keint.
Delyana se lo piensa intensamente, pero al final cede y les entrega el antídoto.
Ya de noche -------------------------------------------
-Menos mal que la reunión se a aplazado y tambien que te has curado rapido que si no ahora mismo serias un cristal podrido- bromea Keint.
-Idiota!- lo e pasado muy mal, me dolía todo el cuerpo y no podia respirar.-explica Mihara mientras abre la sabana de la cama para acostarse.
-Por cierto, a que a venido ese ''¡¡NO!!'' de antes, tan poquito te gustaría que la hubiera besado?- Tontonea Keint mientras se tumba al lado de Mihara.
A Mihara se le havia parado el corazón, ni siquiera ella tenía explicación para describir lo que le havia sucedido, eran tantos sentimientos juntos que con solo recordar la escena se ruborizaba hasta las orejas. Por otro lado Keint se sentia feliz, pero ni siquiera sabia el motivo.
-Buenas noches, y cuidado a ver si sueñas conmigo, no sueñes nada indecente eeh- le bromea Keint pasando un brazo por su cintura y apoyando la espalda de Mihara con su cadera.
-Idiota- susurra Mihara ruborizada.
Continuara...
