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// Posted by :Unknown // On :domingo, 15 de enero de 2012

Una mañana cálida como otra cualquiera, Mihara se encontraba retorcida entre las sabanas de la cómoda y blanda cama. Las blancas cortinas unidas a la ventana se balanceaban en forma de espiral provocadas por una leve corriente de un frío viento que entraba por las ventanas. La nieve se acumulaba en las calles sin dejar paso al transporte, los ancianos paseaban por el camino contemplando el paisaje y los niños jugaban con la nieve que se amontonaba en los rincones. Entonces una sombra de cuatro patas se acerca sigilosamente a la cama de Mihara, la cual estaba profundamente fundida en un sueño.
<<¿Dó-dónde....estoy?, ¿qué me ocurre?, ¿qué es esta extraña sensación... que recorre mi cuerpo?, es... es como un cosquilleo que me acelera el corazón, que me hace temblar y noto un cierto revoltijo en el estómago.>>
Poco a poco la luz se hace visible en los ojos de Mihara y se encuentra unos parpados con cortas pestañas y un rostro enrojecido con el pelo de color marrón oscuro. Mihara estaba aturdida y lo único que notaba era una  calidez inmensa en sus labios. Keint seguía besándola y cada vez apretaba más la cintura de Mihara junto a la suya.
<<¿¡¡¡PE-PERO QUE-!!!?, yo... no me puedo... mover, esta calidez que siento pro-proviene de.... ¿Keint?. Es tan dulce..., no puedo... apartarle de mi, que.... ¿qué es esta sensación?>>.
Cuando Mihara finalmente se deja llevar por los brazos de Keint, despierta de golpe a causa de que Rufián se le había echado encima para despertarla y lo único que hacía era lamerle la cara como loco para despertarla.
-Tranquilo Rufián, tranquilo, ya me despierto- Exclama Mihara. Se quita poco a poco a Rufián de encima, se levanta y se estira dando un gran bostezo. Se dirige hacia la cocina del segundo piso de la tabern donde vivían y se prepara el desayuno y mientras come piensa en el extraño sueño que había tenido y a Mihara se le pone la cara roja como un tomate de tan solo recordarlo. De repente, Keint entra por la puerta y ve a Mihara sentada y con la mirada perdida.
-Emm... Mihara... estas presente? - pregunta retóricamente.
-Eh? Keint, no te había vist-...- la cara de Mihara se ilumina como un semáforo en rojo al ver a Keint.
-Que te ocurre?- le pregunta hacercandose a ella.
-N-n-nada!- responde nerviosa.
-Bueno, no se cuanto tardaré así que dile a Karien que no se preocupe, voy a salir un rato-.
-Y se puede saber a donde vas?- pregunta Mihara con cierto rentintin.
-Voy a comprar pociones y elixires que me a encargado Ren, a la herrería a arreglar mi espada, por que tiene unas cuantas magulladuras de las garras de Draxel y voy a entrenar un poco con él, así que entre eso, el viaje de ida y el de vuelta puedo tardar todo el día- Explica Keint con detalles mientras se carga la espada en la espalda y se coloca sus botas marrones de caminar, las cuales estaban echas polvo.
-¿Draxel?- pregunta Mihara mientras le acompaña a la puerta.
-Si, ¿no te lo había dicho? es el dragnight contra el que peleamos cuando nos conocimos, el de aquella misteriosa bruja de fuego, sentí cierta curiosidad por él y no me parecía bien abandonarle en mitad de la nada y herido, así que ahora es mi compañero de viaje, aunque todavía no e podido viajar muy lejos con él por que tiene un ala en mal estado- anuncia Keint mientras se levanta del suelo después de colocarse las botas correctamente.
 -Wua! yo quiero verloo!! además me vas a dejar sola aquí y si me pasa algo o me secuestran la gente rumoreará que mi guardián es un gandul que no cuida de su sacerdotisa, es decir, que no hace su trabajo correctamente y si me matan la gente te echará la culpa y encima puede que te encarcelen por dejar que maten a la futura sacerdotisa de cristal de este país, su única posibilidad de sobrevivir- alarga Mihara persuadiéndole-.
Keint asustado de la cuantísima razón que Mihara tiene, suspira fuertemente, se acerca a Mihara y le pega la frente contra la suya.
-No pienso dejar que te pongan un dedo encima, te protegeré con mi vida, aunque tenga que pasar por millones de torturas- le susurra levemente al oído.
-¿No te parece que exageras? soy una simple amiga-.
-¿Una simple amiga? je créeme no solo eso- le susurra dejándola ir y abriendo la puerta de la entrada trasera de la taberna.
-Entonces... ¿me vas a llevar contigo?- exclama Mihara.
-..... de acuerdo... pero ni se te ocurra pegarte a mi brazo como lo hace Karien- reprocha Keint.
-Quien querría!!!!-. XP
Entonces Rufián le estira del pantalón y le acaricia la pierna con ternura deteniéndola.
-Rufián tranquilo, no tardaré mucho, además necesito salir un poco y que me de el viento fresco ^^- le dice dulcemente Mihara mientras le acaricia la cabeza- bueno, vamos- le comunica a Keint.
Entonces Keint se acerca a Rufián, con el cual no hace muy buenas migas y empieza a gruñirle mientras se va acercando. Le acaricia la cabeza suavemente y le dice- cuidaré perfectamente de tu ama así que no te pongas celoso y míralo por el lado bueno, tu ama va a divertirse por primera vez desde hace mucho tiempo así que no te enfades y déjamela por hoy-.
Rufián mira fijamente a Keint, cierra los ojos y se gira cortésmente hacia el dormitorio.
-¿Que le has dicho?- pregunta Mihara.
-Nada importante-.

--------- Un rato después.......... ^^

-Ya hemos llegado, esta es la herrería a la que vengo siempre- dice Keint mientras abre la puerta de la tienda. Era un casa rustica tanto por fuera como por dentro, por el exterior se podían contemplar en el mostrador espadas relucientes y muy bien cuidadas y todo tipos de armas además de escudos y armaduras. una vez adentro, Keint esperaba al encargado en el mostrador y Mihara observaba detrás de él las armaduras y armas relucientes y brillantes, unas más pesadas que otras, más pequeñas y grandes, más resistentes, cada una tenia una característica especial y definía al portador que las llevaba. La tienda estaba vacía y el encargado era un hombre mayor con bigote y barba blanca, calvo y llevaba los ojos cerrados.
-Oh! Keint, jovencito como estas?- pregunta el anciano con una leve y ronca voz.
-Buenos días, estoy perfectamente pero, ¿y tu?, estas echo un roble- dice Keint con una sonrisa en la cara. Mihara estaba muy sorprendida, era extraño, nunca había visto a Keint sonreír de esa forma.
-Que va! ya me pesan los años- entonces el hombre ve a Mihara curioseando por la tienda y observa sus profundos y oscuros ojos y su cabello marrón oscuro.
-Tu, jovencita ven, acércate un momento- avisa el hombre moviendo la mano.
-¿Yo?- pregunta Mihara señalándose a sí misma.
-Quien va a ser, boba!- exclama Keint cogiéndola de la muñeca y estirándola hacia él.
Entonces el anciano extiende la mano y agarra delicadamente un mechón de su cabello y lo besa. Mihara estaba extrañada y no sabia por que lo hacía.
-Tranquila, aquí es una costumbre,  una manera de mostrar respeto a una mujer con mayor categoría social y espiritual, así que acostúmbrate por que no va a ser la última vez que te lo hagan-.
-Tus ojos me dicen que eres la sacerdotisa que llevara a este país a un final feliz, pero ten mucho cuidado, también veo desgracias y llantos, pasarás por mucho dolor, tanto físico como emocional, y puede que acabes sumisa en la oscuridad por culpa de personas que no desearán tu felicidad, intentarán hacerte daño y puede que a veces al intentar esquivar ese dolor dañes a otros accidentalmente y que finalmente acabes sola y amargada en tu tristeza o puede que consigas lo que estas buscando y puedas vivir feliz. Pero te aseguro que hay muchas mentiras y muertes en tu futuro, se fuerte y no pierdas nunca la esperanza- advierte con seriedad el anciano mirándola directamente a los ojos. Mihara estaba asustada, nada de lo que le había dicho le había gustado. Keint de repente se da cuenta de que Mihara estaba cogiéndole de la mano fuertemente, le temblaban las manos y estaba preocupada por saber quienes son las personas que morirán en su futuro, así que él le devuelve el apretón y le agarra fuertemente la mano.
-Bueno, e venido a traerte mi espada, la e vuelto a romper, así que por favor reparala, además e traído a Mihara por que quería ver la ciudad no para asustarla, así que por asustarla me vas a tener que hacer un descuento-.
-Veo que sigues siendo igual de cabrón que cuando eras pequeño, anda vete y vuelve mañana por la mañana-.
-Gracias Aristo! mañana nos vemos, cuídate!- dice Keint mientras sujeta la mano de Mihara con fuerza y la arrastra consigo hasta la puerta.
Caminaban por las anchas calles del mercado y Keint por muchas cosas que le enseñara, Mihara seguía deprimida. Entonces Keint, con la mano de Mihara cogida, la lleva hasta un parque deshabitado. Era una pequeña plaza en circulo y en el centro tenía una fuente con una estatua en forma de alas de un color azul cristal y a su alrededor tenia esferas de luz que flotaban a su alrededor y de la torre donde se sujetaba la estatua surgían hileras de agua de color rosado. Alrededor había unos bancos de madera, Keint lleva a Mihara hasta el mas próximo de ellos y se sienta junto a ella, tenía las piernas cada una a un lado del banco y miraba hacia Mihara para hablar con ella sobre lo que Aristo había dicho.
-Mihara, ¿que te ocurre? no estarás preocupada por lo que te a dicho Aristo ¿verdad?-.
Mihara asiente con la cabeza.
-Por dios Mihara, no hagas caso de lo que et dice un anciano de 97 años, además esta mal de la cabeza, ni siquiera sabe donde guarda la dentadura, Mihara en serio, no te preocupes-.
-Pero... y es verdad! y si alguien... alguno de vosotros muere por mi culpa... no... no podría soportarlo. Keint! ve con mucho cuidado por favor!-.
-Yo? crees que yo voy a ser uno de los que mueran?-.
-Si, ya que tu mismo dices que como eres mi guardián me protegerás aunque tengas que morir en el intento, pues que ni se te pase por la cabeza volver a decir eso, no pienso dejar que mueras, si murieras...- Mihara de repente se ruboriza al recordar el sueño que ha tenido esta noche. Se gira hacia Keint y con la cara roja le señala con el dedo- más te vale no morir por mi culpa, si mueres... me tendrás preocupada y triste toda la vida y encima este país se irá al garete por tu culpa por hacerme sentir culpable de tu muerte!!-.
Keint, sorprendido, se queda sin palabras y cuando baja la mirada se echa a reír como un loco. Cuando se coloca la mano en la cara para taparse la risa, Mihara se le queda mirando. Le gustaba verle así de feliz. Ya era tarde, ya que la herrería estaba muy lejos, les había tomado mucho tiempo llegar. De repente, empieza a llover.
-Oh! esta empezando a llover, tenemos que darnos prisa y encontrar un lugar donde refugiarnos.
Entonces Keint coge a Mihara de la mano y se la lleva corriendo en busca de un refugio.
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Continuara... XD (os e dejao con las ganas!!) Muajajajajaja
*Para las fans de Karien y Ren: no os preocupéis que saldrán en el próximo capitulo y tendrán su momento romántico.
*Para las fans de Mihara y Keint: Tampoco os preocupeis que habrá un super momentazo en el capi que viene XD
Bueno adiós y a aguantar hasta el próximo capi! XDDD

{ 3 comentarios... read them below or Comment }

  1. aii,no aguanto las ganasss por favorr escribelo prontoooooo tengo mucha emocionn, qiero seguir leyendo, si, supongo qe te darasd cuenta de qe yo soii la chica de youtube: LaaRuunyOtaku1000 jaja si soii la qe te incha tanto jaja (perdon si te he molestado) es qe soii tu fan numero 1 jamas dejes de escribir, de acuerdo?? jaja besosss ^^

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  2. por favor,lee mi novelaa, espero qe te guste esta es mi pagina: http://dulces-letras-nix.blogspot.com/2011/12/angel-blood.html?showComment=1324684956768#c4059296584138091688

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  3. Ok, trankila, no me molesta para nada, es mas, me motiva XD ya estoy escribiendo el siguiente así que paciencia que este fin de semana es probable que o cuelgue ^^o hoy, no se X^

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