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// Posted by :Unknown // On :viernes, 9 de marzo de 2012

Mientras Keint y Mihara corrían, una rápida y sigilosa sombra los seguía eb la oscura y tenebrosa noche tormentosa.
-Vamos a donde esta Draxel, allí podremos refugiarnos en un hotel cercano-dice Keint cogiendo a Mihara de la mano mientras se tapa la cara por la lluvia con el brazo.
-Pero, por que no volvemos a casa?- pregunta Mihara.
-Porque acaban de cerrar las pistas para coger el tren, siempre que llueve así la estación se inunda y cortan toda comunicación con el otro extremo de la ciudad-.
-Mira! allí, un hotel!- exclama Mihara señalando un pequeño edificio de poca altura y no muy llamativo.
Cuando Mihara y Keint llegan a dentro del hotel, Keint se dirige a recepcion y pide una habitación, mientras Mihara espera sentada en una butaca color canela de piel que habia en la sala de espera junto a recepción. Estaba cubierta con sus propios brazos, congelada de frío, temblando y con la ropa y el pelo mojados completamente. Llega Keint con cara abatida y se dirige hacia Mihara. Se agacha delante de ella y le coloca una toalla blanca que le cubría la espalda y la cabeza y la envuelve en ella para secarla y protegerla del frío.
-¿Que te han dicho?- pregunta Mihara.
-Joder! El recepcionista dice que no quedan habitaciones libre debido a la fuerte tormenta, parece que más gente a pensado lo mismo que nosotros, además de que podríamos utilizar el telefono si no fuera por que la tormenta se a cargado la torre que principal de la red telefónica, tenemos que buscarnos otro sitio- dice Keint apoyando los brazos en las piernas de Mihara.
-Keint…¿estas bien?- Pregunta Mihara acariciandole la cara preocupada.  A Keint se le acelera un poco el corazón y coge las manos de Mihara y las aprieta fuertemente para darle calor.
-Tranquila, te prometo que mañana estaremos en casa ssanos y a salvo- le promete Keint quitandole las manos de la cara juntandolas fuertemente mientras la miraba fijamente. Sus ojos rojos fuego se clavaban en la mirada penetrante y pura de Mihara, unos ojos marron negrizos profundos. Entonces poco a poco Mihara se acerca a Keint y le besa en la frente. el corazón de Keint palpitaba cada vez más rápido  y de repente empieza a recordar lo que pasó al día anterior en el lago y se sonroja mirando al dulce y agradable sonrisa que Mihara le estaba mostrando.
-Keint, no te preocupes, estoy bien- Mihara pone la mano sobre el pecho de Keint y siente su corazón latir a mil por hora- ¿Sabes? No se esto te tranquilizará, pero, cuando estoy contigo me siento completamente segura, es como si no le tuviera miedo a nada-Dice Mihara acariciandole una vez más la mejilla, Hay un pequeño y corto silencio que inunda la sala.
-Mihara, me dejarías...-se calla un momento-... apoyarme en tu regazo?- pregunta Keint sonrojado hasta las orejas.
A Mihara le extraña pero un poco roja y con una pequeña risita le responde- jeje, claro, pero cuando dices algo vergonzoso se te ponen las orejas rojas completamente- le dice Mihara tapandose delicadamente la boca con los dedos. Keint se sonroja aun más y se acerca arrodillado a las piernas de Mihara y en vez de apollar la cabeza en sus rodillas, la abraza por la cintura y apoya la cabeza en su tripa. Se quedan un rato en silencio. Mientras, Mihara miraba a Keint y se limitaba a jugar con su pelo. Lo removia, le dava vueltas  y lo acariciaba con dulzura. De repente, llega el recepcionista y Mihara  avergonzada por la escena despierta a Keint alarmada.
-Señores, vamos a cerrar la sala de espera, si pudieran marcharse...-dice el recepcionista con buena voluntad.
-Si, ya nos vamos, muchas gracias por la hospitalidad que nos han ofrecido- dice Keint dandole la mano al recepcionista como muestra de agradecimiento. Una vez fuera del hotel, Mihara y Keint corren abajo de la fuerte y violenta lluvia tapandose con la toalla que les habían prestado, aunque era inútil ya que la toalla se mojaba igualmente y entonces ellos también pero merecia la pena probar. Al mismo tiempo, la sombra misteriosa les seguía sigilosamente
-Ya estamos, corre entra- dice Keint parandose con Mihara delante de la entrada de un bosque.
-Peor si es una bosque oscuro y da miedo y encima pone un cartel de no entrar ¡yo no entro ahí!- escusa Mihara dando pequeños pasos hacia atrás.
-Ese cartel lo he puesto yo, venga entra- obliga Keint empujando a Mihara por la espalda. Mientras caminaban, Mihara va detrás de Keint cogida a su espalda del miedo.
-Ya estamos - MIhara abre bien los ojos y ve como la lluvia para de golpe en mitad del camino del bosque. Un bosque verde, brillante y con un aroma dulce que envolvia a la galerna. A lo largo del camino, se habría un verja que los separaba de una gran plaza de hierva llena de Fairywhites que volaban de un lado a otro. Unas jugaban en la hierva y otras trabajaban el cuidado de las flores. En medio de la plaza había un pequeño edificio moderno que parecía estar abandonado.
-Allí podremos descansar- Dice Keint señalando el edificio.
-Es aquí donde esta Draxel?- pregunta Mihara mirando de un lado a otro.
-Sip, pero debe estar dando una vuelta- Dice Keint caminando junto a Mihara a través de la alta hierba que les llegaba por la cintura. Una vez dentro del edificio, se puede observar que es un simple pasillo lleno de baldosas desmontadas y cristales húmedos.
-Ten- exclama Keint tirandole su sudadera que tenia de repuesto en un armario de roble empotrado en una esquina de la pequeña habitación.
-Gracias- dice Mihara sacando los brazos por las mangas.
Keint, cansado, se sienta apoyado en la pared y se coloca la toalla alrededor de la nuca. Mihara, tenía algo rondandole por la mente así que decide preguntarle a Kient, se arrodilla enfrente de él y le pregunta:
- Que pasó ayer?!-.
-Que?-.
-Que que pasó ayer después de la fiesta?! bebí? no recuerdo nada, solo que...- Mihara se calla como si hubiera estado a punto de decir algo que no debía o la avergonzaba-... que e tenido un sueño extraño- dice mirando hacia otro lado.
-Que sueño?-pregunta Keint rojo por la corta distancia entre ambos.
-...pues...-Mihara no podía hablar, le daba una vergüenza terrible, entonces cogió toda la valentía del mundo y en cuanto se lanza para contarle a Keint su sueño, un ruido ensordecedor abruma en todo el bosque y la tierra empieza a temblar. Mihara cae sobre el pecho de Keint y este la sujeta para protegerla.
-Q-que a sido eso?- pregunta Mihara alarmada.
-Voy a mirar, tu quedate aquí y no te muevas- dice Keint levantandose y dejando a Mihara sentada en el frio suelo.
-Pero quiero ir contigo- dice Mihara cogiendo de la mano desde el suelo.
-Tranquila, no me pasará nada, así que no te preocupes-  Dice Keint calmando a Mihara mientras le acaricia la mejilla.
Afuera Keint observa a todas las Fairywhites revoloteando nerviosas por todo el valle. Entonces una de ellas se le acerca y le informa.
-Señorito Keint, tenemos mucho miedo, una presencia extraña y peligrosa a entrado en el valle y esta muy , pero que muy cerca y tenemos mucho miedo, haga algo por favor- Le suplica la pequeña Fairywhite yendo rápidamente a esconderse.
(Mierda! no creí que fueran capaces de entrar a través de la barrera, que esta pasando? por que las barreras no funcionan como antes? algo debe ocurrirles, mañana contactaré con el rey para aclarar este embrollo) Keint firme, saca su espada de la vaina y se coloca en posición para luchar.
-Muestrate!- Grita produciendo un leve eco. De repente, unas intensas llamas salen de la nada intentando quemar a Keint, pero éste lo esquiva y vuelve a su posición inicial.
-Vaya, vaya, veo que sigues igual de ágil, espero que tengas la misma fuerza que antes, por que no quiero que me decepciones- Se ve una silueta femenina que sale de entre la abrogación de arboles.
-Tu! que haces aquí!?- Interroga Keint con rabia.
Era la maga de fuego de pelo blanco y túnica negra que los había atacado nada más llegar Mihara.
-A por quien vienes? a por Mihara o a por tu Dragnight?- pregunta Keint frunciendo el ceño.
-A por la chica, está claro, pero tú eso ya lo sabías, verdad? Sabias desde un principio que te estaba siguiendo por eso le dijiste al recepcionista del hotel que pusiera esa excusa delante de Mihara para poder traerla aquí sin tener que darle explicaciones y poder protegerla, pero te a salido el tiro por la culata, amigo mío, mi organización se a encargado de esta barrera y me ha permitido entrar- Explica la maga cruzando los brazos y taconeando una de sus altas botas negras.
-Vaya! veo que te has dado cuenta de que me había percatado de tu presencia, muy bien, pero no te vas a llevar a Mihara, eso, tenlo por seguro- dice Keint colocandose para atacar.
-Que comience la fiesta!- grita entre carcajadas diabólicas la maga blanca. Keint dirige su espada hacia su pecho, pero esta lo esquiva de en un salto hacia atrás; alza su brazo y de ella surge un tornado de llamas, lo balancea en circulos y los lanza contra Keint. Lo intenta esquivar pero le quema una pierna y cae al suelo, retorciendose de dolor entre la hierva.
-Aarg! pero que-! - se observa la pierna y comprueba la quemadura, pero resulta no haber ningún rastro de herida, Keint se mira aguantando el dolor y mira a la maga.
-Veo que utilizas un nucleo, podrías decirme de donde lo has robado?- dice Keint con una sonrisa pícara, agachado al suelo y agarrandose la pierna.
La maga se acerca a él con aire de superioridad y con los brazos cruzados, sus tacones resonaban aún siendo pisadas sobre alta hierva, y una vez está en frente de Keint le mira y con una mirada fría le responde:
- No tienes derecho a criticarme, Keint Witherfail, o debería decir...''Labasu, el desdichado''- le susurra en el oído.
A quien de repente se le paraliza el cuerpo, no puede responder y empieza a sudar, sus ojos estaban en blanco y temblaba de miedo, su mente estaba teniendo una confusión de recuerdos desagradables, recuerdos que había jurado no recordar, ese nombre le conducía directamente a ellos. Unas visiones espeluznantes pasaban por la mente de Keint. Mihara todo el tiempo asomada al cristal de la puerta que la separaban a ella y a Keint, al ver a Keint quieto sin moverse, le asustaba que le hubiera podido pasar algo así que toma la iniciativa y se dirige corriendo hacia él, mientras la maga se preparaba para atacarle pero antes de que sucediera nada, Mihara se lanza sobre la maga y ruedan cogidas por la hierva. Mihara se coloca sobre ella y le pega un puñetazo trás otro, sin parar, le costaba respirar y estaba nerviosa. La maga no podía pararla y cuando Mihara para, con la cara magullada de moratones, Mihara la coge de los brazos sin dejar que se mueva y ésta nerviosa la observa. En cuanto mira sus oscuros y profundos ojos, se queda hipnotizada por las bellas e inocentes lagrimas que salían de ellos.
-No...no le hagas nada... sniff.. por favor....no...no me lo quites...- Suplicaba llorando en el pecho de la maga. De repente, Keint coge a Mihara del brazo quitandola de encima de la maga y cuando Mihara ya esta firme y consciente de la situación, Keint le ofrece la mano a la maga.
-¿Estas bien?- Sin responder  afirma moviendo la cabeza y le da la mano sujetandose para ponerse de pie.
-Tu....vosotros...com-como me podeis tratar así, después de... de lo que os e echo?-.
-Ven, vamos a hablar dentro- dice Keint guiándola hasta el pequeño edificio. Una vez dentro, Keint y Mihara se sientan contra la pared mientras que la maga se sienta delante de ellos.
-Primero: Como te llamasy que eres, segundo: por que tienes ese nucleo, y tercero: quienes son esa tal ''organización'' y por que quieren a Mihara-.
La maga les mira y empieza a hablar- Me llamo Srameth y soy una maga roja, soy capaz de utilizar tanto magia negra como magia blanca y soy capaz de portar armaduras, pero no puedo elevar mis poderes a más intensidad, aunque ya sea fuerte lo único que puedo hacer es fortalecer mis habilidades más básicas. El núcleo... -la maga saca de un bolsillo interior una piedra en forma de gota de agua de color rojo fuego con tonos negrizos-...es esto-.
Keint coge el núcleo y lo observa con atención seriamente. Mihara ve su mirada seria metida completamente dentro del núcleo.
-Yo.... quiero liberarme de todo esto, quiero ser libre y separarme de ese inmundo y peligroso objeto, me da un poder que no merezco ni quiero, puedes quedártelo- dice Srameth levantándose.
-Estas segura de querer separarte de esto? los de esa tal ''organización'' no intentaran matarte o algo por el estilo?- pregunta Keint mirándola seriamente.
-Es posible, pero prefiero morir a seguir matando- dice mirando hacia un lado con una mirada triste.
Un silencio incómodo inunda la habitación, entonces Mihara tiene una idea, se levanta y le coge las manos a Srameth y alegre le propone:
-Por que no te unes a nuestra posada?-.
-Como?-.
-Seria divertido y me caes bien, además cuantos más seamos mejor nos lo pasaremos, verdad Keint!?-.
-Si...-.
-Pues decidido! te vienes con nosotros! ^^-.
-Y-yo no se... que decir...-.
-Ahora dime... ¿para quien trabajas?- pregunta Keint cortando la conversación entre ambas.
-No es buen lugar para decirlo, cuando estemos en la ciudad os lo diré- asegura Srameth susurrando.
-Bueno, es tarde, será mejor que descansemos, mañana te llevaremos con nosotros, pero como sea una trampa puedes suplicar lo que quieras, no habrá piedad, ha quedado claro?- Amenaza Keint.
-Transparente...-responde Srameth.
Keint coge la muñeca de Mihara y la lleva con él a otro lado del pasillo. Se apoya en la pared sentandose y seguidamente estira a Mihara de la mano y la sienta entre sus piernas.
-K-Keint... crees que nos miente?-.
-Si... y creo que se por qué...- contesta Keint mirando hacia un lado.
La mirada de Keint parecía perdida, Mihara no podia dejar de mirarle, sus ojos rojos eran como llamas ardientes de venganza e ira. La mirada de Keint fue frunciendo el ceño cada vez más, estaba recordando algo, y por la cara que ponía debía ser algo horrible. La mirada de Keint se iba apagando poco a poco y se convertía de una mirada de furia e ira a un rostro triste y solitario.
-Keint, no pongas esa cara, se que me escondes algo, y me imagino que debe haver sido por tu pasado o algo relacionado, pero por muchas cosas malas que pasen, por favor no pongas esa cara! te lo ordeno como tu sacerdotisa!- ordena Mihara apoyandose en el pecho de Keint.
-Lo que tu digas... pero tu no eres una sacerdotisa ni eres nah! ¬¬ -.
-Como!? perdona pero Lilium dice que soy una sacerdotisa de primera y cree en mi plenamente, además mi magia es muy poderosa, en cuanto la controle te lo demostraré!-.
-Je, tonta....- las miradas de Keint y Mihara se encontraban, unos ojos ardientes y otros profundos como el universo. Keint, ipnotizado por sus hermosos ojos, alarga un brazo y la coge de la cintura apretandola a él y se besan.


Continuará...
(Fans de Karien y Ren: Lo siento!! es que no e tenido nada de tiempo y lo e escrito a escondidas y cuando em e querido dar cuenta el capitulo era extremadamente largo, en el proximo os juro que será todo de ellos, ya que os mostraré lo que hacían mientras estos dos tórtolos hacían el burro con la maga esta XD!!
Para todos en general: Siento la espera!!! es que e estaba de examenes y encima me han castigado y lo e tenido que hacer a escondidas, así que tardare mas en subir los capis, pero no os preocupeis, seguiré escribiendo!! ^^).

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